lunes, 15 de febrero de 2010


Odio como me hablas, tu forma de conducir. Odio tu corte de cabello y lo que llege a sentír. Odio tus espantosas botas y que me conozcas bien, te odio hasta bomitar ¡Que bien va a rimar!, Odio que sepas pensar, y que me hagas reír. Odio que me hagas sufrír, y odio que me hagas llorar. Odio tanto estár sola, que no hayas llamado aún. Pero más odio que no te pueda odiar, ni aunque estés tan loco ni un poco lo eh de intentar ...

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