miércoles, 14 de julio de 2010

Aquella noche no llovió
ní apareciste disculpándote,
diciendo, mientras te sentabas,
"perdóname si llego tarde".
No me abrumaste con tus preguntas,
ni yo traté de impresionarte
contando tontas aventuras,
falsas historias de viaje.
Ni deambulabamos por el barrio
buscando algún tugurio abierto,
ni te besé cuando la luna me sugirió que era el momento.
Tampoco fuimos a bailar,
ni tembló un pájaro en tu pecho
cuando mi boca fue pasando de las palabras a los hechos.
no acabamos en la cama,
que es donde acaban estas cosas,
ardiendo juntos en la hoguera
de piel, sudor, saliva y sombra.
Así que no andes lamentando
lo que pudo pasar y no pasó.
Aquella noche que fallaste.

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